Posibles ofertas académicas o laborales



 
Este tema aparentemente es exclusivo de aquellos jóvenes que tienen la oportunidad de estudiar una carrera profesional, que cuentan con padres de familia que les proporcionan una economía estable, porque quienes carecen de esas oportunidades sólo pueden aspirar a un empleo que les facilite cubrir sus necesidades básicas. Sin embargo conozco la vida de un joven que no tenía estudios sobresalientes, ni un trabajo que le aseguraría el éxito profesional pero que ofrecía resultados, tales como cambiar la estructura mental de quienes escuchaban sus predicaciones, además, inspiraba un cambio en la vida de quienes se relacionaban con Él, poseía el don de ver en las a personas marginas por la sociedad una esperanza de bienestar. La gente culta de su época, los pudientes y representantes de grupos importantes le menospreciaban por ser hijo de un carpintero, por ser pobre, al mismo tiempo sentían admiración por sus palabras y los resultados que producía en quienes aceptaban su mensaje de bienaventuranza, cabe mencionar que Él vestía sencillamente, viajaba a pie con sus amigos que eran gente menuda, comía con pecadores causando con ello escándalo porque era contrario a las costumbres observadas, su coherencia de vida hizo que el joven fuera conocido, aceptado y buscado por gente de cualquier clase social, quienes le criticaban y decían cosas falsas de Él tenían envidia porque hablaba como quien tiene autoridad haciendo cada vez más grandes sus audiencias, contrario a quienes teniendo la autoridad conferida por el cargo, los estudios y el dinero no eran ni siquiera respetados. El joven de quien les comento era procedente de un pueblo pero tenía una personalidad que abría plaza cuando llegaba a cualquier lugar, su belleza era inusual, manifestaba al dialogar serenidad, paz y respeto, reflejaba en todo momento la divinidad de su linaje. Este joven amigo mío, me ha enseñado a valorar a las personas e incluso a aprender de aquellas que no poseen estudios, a buscar el éxito en donde Él lo encontró: En una Cruz. Es lo que compartiré con ustedes en el tema que nos ocupa.
"... Porque el lenguaje de la cruz resulta una locura para los que se pierden; pero para los que se salvan es poder de Dios" 1Cor. 1, 17-20 En el Antiguo Testamento y en toda la cultura religiosa antigua, la cruz es tan solo un instrumento de suplicio, sin ninguna connotación salvífica, la cruz era vista como escándalo, derrota y humillación. Cuando Jesús entrega su vida en la cruz esta toma un nuevo significado: La expresión máxima del Amor y de la condescendencia de Dios. En el N.T. La cruz es el camino que conduce a la gloria, a la vida eterna (Jn.3, 14).
Se sabe que a partir del siglo IV la cruz ha sido el símbolo por excelencia para representar a Cristo y su misterio de Salvación, por tanto quienes somos católicos cristianos deberíamos comprender que así como esperamos participar de la gloria de Cristo también participamos de su cruz. En ella todo sufrimiento encuentra sentido porque Dios vence al mal con su propio dolor y nosotros al rechazar el sufrimiento perdemos la oportunidad de unirlo a los meritos de Cristo para que se convierta en beneficio personal y comunitario.
En relación con nuestro tema la cruz puede estar en la incertidumbre de elegir entre una carrera que agrade o elegir la profesión que tiene algún familiar para encontrar un empleo con menor dificultad, también puede ser haber ya terminado una licenciatura y estar desempleado (a), o en un determinado momento no haber tenido la oportunidad de estudiar una carrera profesional o técnica. Sea cual sea la experiencia lo más importante es no desesperarse, no sentirse fracasado, no rendirse ante las dificultades que se presenten en la vida personal, profesional o laboral.
 
En la película “Los niños de China” se encuentra la historia de un joven egresado de la Universidad de Oxford que a mi parecer es interesante verla ya que en el film se aprecia cómo cada persona responde de manera diferente a los retos encontrados en situaciones límite de la vida personal, social y política según lo aprendido y de acuerdo a lo sembrado en su corazón.



En la actualidad los más jóvenes desean encontrar en sus padres, profesores y formadores personas humanas, congruentes y con capacidad de líder, ellos aceptan las correcciones e incluso se sobreponen a una desilusión cuando se sienten amados, aceptados y escuchados, cuando la corrección amerita una sanción explicando las razones y siendo estas coherentes con el error cometido son capaces de asumir la consecuencia de sus acciones. Si por el contrario crecen en realidades con actitudes hostiles, respuestas ásperas y con las correcciones impropias de no haber obtenido provecho alguno de los compañeros más débiles o de ganarse la estima y apoyo de quienes representan una autoridad para ellos a costa de información o favores, estaremos en no pocos años frente a personas que no tienen nada que perder, nada que temer y nadie a quien respetar.
Todos desde jóvenes contamos con una historia personal en la cual nos apoyamos para afrontar los retos que se nos presenta en la vida y desde nuestra experiencia deberíamos comprender a nuestros jóvenes porque para nadie la existencia ha transcurrido sin dificultad alguna. En algún momento también necesitamos de quien nos guiará, quien nos aconsejará y nos enseñará a vivir, a salir de los pequeños o grandes problemas. Gracias a Dios contamos con una familia, con amigos y con buenos guías pues entonces seamos para nuestros jóvenes no lo que ellos esperan de nosotros sino lo que Dios espera de nosotros después de habernos concedido infinidad de gracias.
Si algún joven tiene la posibilidad de estudiar una carrera profesional o técnica y nos pide consejo para tomar una decisión acertada, dediquemos un poco de nuestro tiempo a dialogar pidiéndole a Dios que nos ilumine y descubrir con la ayuda de Dios en el dialogo, el interés del joven o jovencita, sus aspiraciones y la posibilidad de oferta laboral que pueda encontrar él o ella, después de la conversación acompañémosle con la oración sintiéndose corresponsable de ellos por haber confiado en nosotros. Pues recordemos el Evangelio según san Marcos capitulo 9, 30-37 que a la letra dice “El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí"

 

 NUESTROS JÓVENES ESPERAN DE SUS PADRES, MAESTROS Y FORMADORES  QUE CREAMOS EN ELLOS.

 

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